Introducción
La política educacional vigente se sustenta en algunos principios fundamentales que dan fuerza y coherencia al que hacer educativo, tanto a nivel de macrosistema como de establecimiento educacional. El más importante es el mejoramiento de la calidad de educación, a fin de formar personas con un vasto repertorio de saberes, competencias, destrezas, habilidades, actitudes y valores, con capacidad de asumir sus derechos y deberes e integrarse progresivamente a la comunidad que esta inmerso.
Lo anterior, en un marco de libertad de educación esta estrechamente vinculado con: la equidad, la participación, la pertenencia social y cultural y la descentralización administrativa y pedagógica.
La opción por el mejoramiento de la calidad de la educación y por la equidad en su distribución se ha traducido en distintos programas y acciones tendientes a lograr un efectivo desarrollo de la educación general básica en el país. Esto ha significado introducir medidas de tipo Legislativo y de infraestructura institucional, con el fin de disminuir las circunstancias y situaciones problemáticas que limitan su óptimo desarrollo.
En este contexto y teniendo presente que al Ministerio de Educación le corresponde entregar directrices y orientaciones específicas para facilitar el proceso armónico del proceso educativo en el establecimiento y en las relaciones de este con la comunidad se ha estimado necesario y oportuno orientar en aspectos referidos a la formulación del reglamento interno escolar a través de un documento con criterios generales actualizados acerca de la materia.
Considerando que la unidad educativa es una organización compleja con objetivos institucionales propios, en la que participan personas, los estamentos y organismos que por su condición de tales aspiran a lograr sus objetivos, se hace necesario asegurar la coherencia entre ellos.
Esta coherencia debe estar reflejada en el proyecto educativo y en las normas de reglamento interno del establecimiento, el cual en su calidad de instrumento técnico – pedagógico – administrativo facilita la consecución de los principios y objetivos educacionales, acorde con la política educacional del país.
Se espera que el proceso de descentralización administrativa y curricular se traduzca en propuestas pedagógicas surgidas de la reflexión constructiva de los propios gestores y agentes de acción educativa – directivos, docentes, no docentes, alumnos, padres y apoderados., en cada establecimiento y comunidad, como una forma de armonizar los recursos humanos, materiales y técnicos en beneficio de una educación cualitativa pertinente y relevante.
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